SINOPSIS:
Javi (18) está frente a una playa desierta en la que sólo vemos una pequeña barca y latas de refresco por la arena. Está amaneciendo, al fondo se vislumbran unas montañas. En una mano sostiene una botella medio vacía de ron y en la otra una piedra que lanza con rabia al mar. Javi sigue bebiendo cuando llega Joaquín (19). Este le intenta convencer de que vuelvan a la fiesta; “esa tía es una guarra, que le den”. Javi responde que quiere estar sólo. Joaquín se sienta junto a su amigo que parece cada vez más deprimido. Joaquín, que no sabe cómo animar a su amigo, se fija en las imponentes montañas del fondo. Javi le dice que es África.
Joaquín no da crédito, él pensaba que era Marruecos. Javi se ríe y le da otro trago al ron. Informa para sorpresa de su amigo que Marruecos está en África. Ambos se ríen. Joaquín insiste en volver a la fiesta para que Javi se enrolle con otra tía pero Javi con el cuerpo ya cortado termina vomitando. Joaquín le ayuda a incorporarse, lo mejor será volver al hotel que hace un frío que pela. Javi se marcha lamentándose, todo le tiene que pasar a él. Joaquín le dice que la vida al fin y al cabo es cuestión de suerte; hay quien la tiene y hay quien no. Los jóvenes pasan frente a la barca y se alejan. Del interior del pequeño bote de madera sale Rachid, un chico marroquí (16), está mojado y mira nervioso de un lado a otro. Parece tener mucho, mucho miedo…